Senior Living en España: inversión inmobiliaria con impacto y un futuro prometedor
- Dáneth N
- 17 abr
- 3 Min. de lectura

El envejecimiento de la población en España es un fenómeno estructural que está transformando la demanda del mercado inmobiliario. Según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), para el año 2035, más del 26% de la población tendrá más de 65 años. Este cambio demográfico, combinado con el aumento de la esperanza de vida, está generando una necesidad urgente de infraestructuras residenciales adaptadas a las personas mayores.
Déficit actual de plazas: una brecha creciente
España cuenta actualmente con unas 389.000 camas en residencias para mayores, distribuidas en aproximadamente 5.300 centros. Sin embargo, esta oferta es claramente insuficiente. De acuerdo con un informe de JLL, se espera que se añadan 44.000 camas nuevas para 2027, alcanzando un total aproximado de 430.000. Aun así, se necesitarán al menos 237.000 camas adicionales para 2035 con el fin de satisfacer la demanda proyectada.
También existen importantes desigualdades regionales. Comunidades como Castilla y León o Castilla-La Mancha superan el 5% de cobertura poblacional, mientras que otras como Baleares, Canarias o Murcia están por debajo del 3,5%. Esta disparidad requiere una planificación específica por región y estrategias de inversión adaptadas a cada contexto territorial.
Ventajas del Senior Living para el inversor: estabilidad y crecimiento a largo plazo
El sector de Senior Living ofrece a los inversores un perfil de riesgo bajo y retornos estables. Al estar menos expuesto a los ciclos económicos, mantiene una demanda constante incluso en tiempos de incertidumbre. Además, el envejecimiento poblacional garantiza un crecimiento estructural del mercado a largo plazo.
Las rentabilidades promedio en proyectos de residencias para mayores oscilan entre el 5% y el 6,5%, dependiendo del modelo de gestión (operación directa, acuerdos con operadores, etc.). Esta estabilidad ha atraído a fondos internacionales, socimis y plataformas de activos alternativos que buscan diversificar sus carteras con inversiones de impacto social.
Impulsores clave: sostenibilidad, digitalización y modelos innovadores
Uno de los principales desafíos del sector es equilibrar la rentabilidad con un impacto social positivo. Las nuevas generaciones de personas mayores demandan instalaciones que ofrezcan calidad de vida, accesibilidad, servicios personalizados y tecnología integrada.
La digitalización juega un papel clave. Desde el monitoreo remoto de salud hasta la automatización de tareas operativas, la tecnología permite optimizar recursos y mejorar la experiencia del residente. Asimismo, los proyectos con certificaciones de sostenibilidad (como BREEAM o LEED) están ganando protagonismo, ya que reducen los costos operativos y cumplen con regulaciones cada vez más exigentes.
La colaboración público-privada también es esencial para escalar la oferta. Algunos ayuntamientos han comenzado a destinar suelo para proyectos con fines sociales, y se espera que estas iniciativas aumenten en los próximos años.
Casos y perspectivas: crece el interés institucional
El informe de Urbanitae destaca un aumento notable del apetito inversor por el Senior Living desde 2022. Fondos de gran tamaño como Azora o Aedifica han anunciado planes de adquisición y desarrollo de activos en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia.
Al mismo tiempo, están surgiendo modelos híbridos que combinan alojamiento, servicios médicos y espacios comunitarios—similares al concepto anglosajón de assisted living. Este enfoque integrador mejora la eficiencia operativa y amplía el perfil de los potenciales residentes.
Conclusión: inversión con sentido y rentabilidad
El Senior Living se posiciona como uno de los segmentos más prometedores del mercado inmobiliario español. No solo responde a una necesidad social urgente, sino que también ofrece a los inversores oportunidades rentables, sostenibles y alineadas con las tendencias demográficas a largo plazo.
En un mercado en constante evolución, invertir en residencias de mayores es apostar por un futuro que combina rentabilidad financiera con impacto positivo. Para los fondos e inversores que buscan diferenciarse, este es el momento ideal para posicionarse en un sector que definirá la agenda inmobiliaria de la próxima década.
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